Sánchez Dragó y Albert Boadella, coautor del polémico libro ‘Dios los cría…’. EFE
La traducción literal de esa locución latino-medieval es “excusa no pedida, manifiesta acusación” o “quien se excusa, se acusa”. Pues bien el autor de “Dios los cría” retuerce la frase cambiando el NON de lugar para producir el efecto contrario, así dice en El Mundo Excusatio petita, accusatio non manifesta, por F. Sánchez Dragó, con lo que pretende despachar olímpica y unilateralmente la cuestión de las niñas de 13 años de las que habla en dos libros al menos:
“…Una vez dicho todo esto, y para zanjar el estúpido debate abierto por la maledicencia, la hipocresía, el sectarismo y el sensacionalismo en torno a una nimiedad, añado, de corazón, que, si a alguien que no sea un chacal, sino una persona decente, ha ofendido mi comentario, le brindo mis disculpas -los escritores, eso es cierto, tenemos la lengua muy larga- y le pido perdón.
¿Cómo no voy a hacerlo si mil veces he dicho y he escrito, en nombre de Buda, de Jesús y de tantos otros, y de mí mismo, que eso, el perdón, honra no sólo a quien lo da, sino también a quien lo recibe?
Juro, además, por mi honor, y por si alguien lo considerase necesario, que nunca, en ningún lugar, fuera de los juegos de mi infancia, he tenido trato erótico de ningún tipo con personas menores de edad. Lo que, en cambio, no puedo decir es mea culpa, porque ni la hubo ni yo, en consecuencia, me siento culpable”
Tag: literatura
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