Cuando, por fin, en una amable entrevista que le hacen a ZP, ya alfinal y como regalo le hacen entrega del Álbum de 1975, en vinilo, deSupertramp , un grupo británico de rockprogresivo que gozó de gran popularidad a finales de los años setenta ya comienzos de los 80, extremo este que conocía nuestro conspicuopresidente. Y se lo mereció porque al final pronunció la palabramaldita, crisis, extremo que ya conocerían los obsequiosos locutores,porque si no de qué le iban a tener preparada esa reliquia.
En un ambiente distendido fue desgranando sus opiniones, sus deseos,sus remedios para la situación por la que atraviesa el país, sobre elque, a corto plazo, se ciernen los peores augurios, eso sí, habló deque no todo el mundo en España va a sufrir los efectos de la crisis.Elemental, querido Zapatero.
Seguramente con su sonrisa deseará contagiar su optimismo a losdemás aunque va a ser difícil. Eligiendo una provincia andaluza, porejemplo, les diré-son datos cazados al vuelo y corregibles y/oextensibles a otras provincias del Reino-: Por la crisis en laconstrucción y en la venta de pisos,nos aproximamos a los 120.000 parados. El tejido industrial, poraquello de las deslocalizaciones, también está bajo mínimos y elloarrastra al comercio, con bajas generalizadas de ventas. Queda elturismo pero cada vez llega más el turismo alpargatero: viene muchospero gastan poco y pasean más. Por estos pagos se echa cada vez más demenos a Paco Pantano: desde que murió no se han hecho obras hidráulicasimportantes, agua para el consumo humano y para las tierras de regadío,que son las que producen en realidad. Eso sí, cada vez hacen másdesaladoras aunque tenemos entendido que éstas funcionan con petróleo.
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