Algo de ello ya anunciábamos en Obama, Rajoy y otras sensibilidadescuando la presentación de su libro: muchos de los que pidieron su cabeza sobre todo cuando perdió las elecciones por segunda vez consecutiva andaban por allí dándose codazos intentando que se cruzaran sus miradas para que el líder notara sus presencias. Con esas miradas y gestos cómplices parece que le decían “acuérdate de lo mío cuando estén el paraíso monclovita” que más que paraíso gobernar una nación en las circunstancias que están los países periféricos de la Unión europea debe ser algo de lo más infernal o, como mínimo, una larga estancia en el Purgatorio.
Pero esta sensación nuestra la han tenido más observadores y más cualificados, como Ignacio Camacho : “los “turbomarianistas” van proliferando según se acercan las elecciones. Y todo por la presentación de libro. La inminencia del poder ha obrado ya el milagro de convertir a Rajoy en un personaje capaz de convocar entusiasmos”. “cuánto ha debido de sufrir en los últimos años esta secta de marianistas clandestinos, consagrados en silencio a la devoción de su líder”.
Javier Vizcaíno afirma en Marianomanía que “ a este paso, acabarán vendiendo La Razón en botellín o tetrabrick. El autodenominado “diario independiente de información general” se licúa literalmentre ante el gigante de Pontevedra. “Confianza en Rajoy”, voceaba ayer a cinco columnazas sobre la foto de su icono en la presentación de sus memorias pret-a-porter. “El todo Madrid reconoció ayer a Rajoy como futuro presidente”, se emocionaba el cobista mayor José Antonio Vera. Desde la alfombra, el editorialista hipaba con ardor: “Su biografía es la de un político sólido, un excelente gestor, un dirigente capaz y serio, con criterios claros que no cede a presiones ni se deja mediatizar. Por eso, Rajoy genera confianza y encarna el cambio desde la certidumbre del que sabe qué hacer y la seguridad de quien piensa llevarlo a cabo al servicio de España y los españoles”.
Tags: política, sociedad
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