Pedro Jota al final ha sido aherrojado a las tinieblas exteriores debido a que se convirtió en un ser muy incómodo para los poderes fácticos, léase el político y el económico sobre todo. Así lo expresa su alter conspiranoico Federico Jiménez Losantos: “ Al Rey, el Gobierno y la Oposición. A todos ha molestado Pedro, hasta cuando los halagaba. Todos se sentirán hoy más aliviados. Pero incluso los políticos que están llevando a nuestra nación al Pudridero echarán de menos su ración matinal de sapos. Ese es, en el fondo, el mejor elogio que puede hacerse de un periodista. Y esta es la noticia más triste que puede dar un periódico” Aún resuenan en nuestros oídos la refriega verbal que tuvo hace unos días con el presidente de la comunidad de Madrid Ignacio González al haber aireado los trapicheos que este y su señora con un superático en la Costa de Sol.
Su adhesión a la derecha y a la Monarquía se ha visto últimamente muy puesta en tela de juicio por la publicación en su diario de las cuentas suizas del extesorero Luis Bárcenas, así como las críticas constantes aRajoy e información exhaustiva sobre los líos que tienen con la Justicia la infanta Cristina y su cónyuge, el duque empalmado que devino en talónmanista.
Pero esta especie de ‘enfant terrible’ del periodismo español se remonta a sus inicios habiéndose hecho popular por sus denuncias contra el filipense GAL y la corrupción política que salpicaba al PSOE –Filesa e Ibercorp-, el asunto Juan Guerra, la desaparición de Roldán, y los papeles de Laos o las denuncias contra la Ley Corcuera y la Ley de Asilo. Posteriores son las diferencias mantenidas con compañeros de profesión, como Luis del Olmo, miembros de la judicatura, como el exjuez Baltasar Garzón, o la política, como el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Todo ello le granjeó grandes enemistades hasta el punto de que cayó en una trampa al ser víctima en 1997 de la grabación y difusión de un vídeo de subido contenido sexual que la Audiencia de Madrid consideró delictivo por buscar su desprestigio, algo que consiguió sobradamente la citada cinta que creemos que no hay español que no haya visionado. Seguramente hay un antes y un después en su vida y nadie se explica que un ser tan inteligente cayera en tan burda, humillante y sonrojante emboscada…
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