
El torero José Ortega Cano se debate entre la vida y la muerte en
la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen Macarena de
Sevilla después de la operación de seis horas y media por un equipo de
cirujanos generales, cardiovasculares y traumatólogos a consecuencia de
un accidente de tráfico en el que yendo conduciendo un todoterreno
Mercedes 320, invadió el carril contrario y chocó contra un SEAT con
tal violencia que el motor del utilitario salió por los aires
colisionando un tercer coche contra él y cuyo conductor salió ileso.
El resultado fue la muerte en el acto del conductor del turismo y heridas muy graves en Ortega Cano: fractura múltiple de fémur y hemorragia interna.Debido a la gravedad de su estado no se le practicaron las pruebas de alcoholemia siendo las causas del accidente, a juicio de la Guardia civil, la excesiva velocidad en la conducción de Ortega Cano que hizo que invadiera el carril del otro conductor y al que ha ocasionado la muerte.
Los últimos tiempos del torero han sido difíciles.
No hace mucho tiempo sufrió un traumatismo craneal mientras practicaba
una tienta en su finca Hierbabuena al ir a auxiliar aun un joven
novillero que fue alcanzado por un novillo: fue también embestido por
la res y se golpeó en la cabeza. Al estar medicado con Sintrom, Ortega
Cano fue sometido a un TAC craneal posterior, en el que se le apreció un
“hematoma intraparenquimatoso” en el temporal izquierdo, lo que motivó
su ingreso en la UCI, para mantenerlo en observación.
Han sido tiempos muy difíciles además por haberse convertido en carne de cañón de los medios más emblemáticos de la telebasura, como son DEC y Sálvame en los que cada día y cada semana se trata machaconamente de sus hipotéticas adicciones, como el alcoholismo o su sexualidad, lo
que ha hecho que haya tenido que intervenir en directo en los citados
programas para decir basta y decir la frase que encabeza el post “Me van a matar entre todos”.