
Reunidos en asamblea los “indignados” de Sol han decidido continuar la acampada indefinidamente aunque el comité de Infraestructuras ha abogado por una reestructuración del campamento y el de Comunicación por mantenerse un máximo de una semana en la acampada: dejar más espacio libre para acceder a los comercios ante los graves perjuicios que,
según los propietarios dicen estar sufriendo y poner un límite temporal
que haga más sostenible y fructífero el movimiento, que por otra parte
se ha extendido por todo el mundo: Milán, Praga, Budapest o Rabat son algunos de los puntos que ya se han sumado a las protestas junto a París, Berlín o Lisboa, a EEUU y Egipto y Taiwan, entre otros.
Mantenerse en el tiempo indefinidamente iría en contra del movimiento asambleario de 15-M y daría armas a sus detractores entre los que han destacado hoy por la virulencia de sus palabras el extremista Sostres y el exrevolucionario y anarquista de salón Pío Moa.
El primero lo juzga así y referido a los “indignados” de la Plaza de Catalunya y la actuación de los Mossos:
“Lo que verdaderamente sucedió fue que los acampados rodearon y amenazaron a los Mossos que habían ido a limpiarles aquella inmensa porquería en que habían convertido un espacio público
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