A este paso vamos a tener que hacer una Noria o un ¿Dónde estás corazón?, en que se recojan, despiecen y se dirija al manipulado público según los intereses o ideología de los intervinientes, todo lo que se ha dicho, siempre denigratorio, del Rey o de la Familia Real.
Los auténticos republicanos saben que ese no es el procedimiento que puede adelantar la llegada de la IIIª República, sino el tiempo y la democracia. Así que estos ¦3¦ iría, previo pago, el deseoso de notoriedad alcalde de Puerto Real , el quejumbroso Anasagasti, el suavón Losantos, el barbudo Tardá, o los dibujantes de “Deia” José Antonio Rodríguez y Javier Ripa, y el ¦4¦ Nicola Lococo, estos últimos porque son los que han disparado las últimas andanadas contra el Jefe del Estado, y cuya acción al ser considerada como un delito de injurias graves al rey van a ser juzgados por la Audiencia Nacional: en sendos artículos aparecidos en octubre de 2006 en los diarios citados Lococo hace una crítica sobre una cacería en la que se vierten una serie de expresiones “vejatorias, humillantes, atentatorias contra la dignidad y el honor del Jefe del Estado, manifiestamente superfluas e innecesarias para el ejercicio de la libertad de expresión” y por los que pide 10950 euros para los autores de la viñeta del rey y el oso Mitrofan., cuyos autores son los dibujantes de “Deia” José Antonio Rodríguez y Javier Ripa.
En el dibujo se veía al rey junto a un oso muerto -en alusión a una cacería en Rusia en la que participó- y se insinuaba la ebriedad del monarca.
El fiscal considera que todas estas frases son “ofensivas, impropias, injustas y oprobiosas” y expresan un evidente menosprecio a don Juan Carlos y a la Corona, superándose con mucho lo que pudieran considerarse críticas hirientes, molestas o desabridas.
Un resumen del escrito del fiscal sería lo siguiente:
-Los acusados utilizan como protagonista y orador al famoso ‘oso Yogui’ del parque norteamericano de Yellowstone, habla sobre la muerte de “Mitrofán”, lo que aprovecha para imputar el “carácter de alcohólico” a don Juan Carlos, pues tras la frase “el rey de España mata un oso borracho”, afirma: “por esta vez el rey de copas no es quien nosotros pensamos, sino nuestro congénere, el bueno de Mitrofán”.
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