Como complemento al post Violeta Santander es convocada de nuevo por La Noria, y para tratar otros aspectos del programa del sábado, que mejoró notablemente, siete puntos, el share de la semana anterior con la sola presencia de Violeta Santander, a quien están empeñados en enriquecer, traemos, para facilitarles el trabajo de consumidores de crítica de estos espacios, la crónica de Nacho Gay, titulada “Bochorno” y que amplía con algo más extenso, La pandilla basurilla de Peñafiel versus Violenta Santander
Dicen que traer de nuevo a tan singular dama puede haberse debido a una especie de contaataque de Vasile, el jefe de Tele 5, para paliar los efectos de la entrevista que ha hecho Antena 3 al agredido y al parecer en vías de recuperación Jesús Neira, que comienza a hacerse también famoso por el cargo que le ha ofrecido Aguirre y por sus entrevistas televisivas, en donde ha llamado “cucarachas” tanto a su agresor como a Violeta, que en un primer momento lo asistió cuando su novio lo dejó groggy. Si sigue mejorando su salud corre el riesgo de que la opinión pública se le vuelva en contra si se convierte en un personaje mediático más, desprovisto de la prudencia profesoral que se le supone.
Sin más preámbulos la crónica rosa de Nacho, del confidencial.com:
“…Enésimo capítulo del vodevil televisivo que protagonizan el ex profesor Neira (ahora contertulio televisivo), Violeta Santander y el encarcelado Antoñito Puerta (¿llegarán las televisiones a emitir desde el presidio?).
La Noria se vistió el sábado de gala para recibir en directo la visita de la tal Violeta, elevada a los altares del cátodo por obra y gracia de los malos tratos. Cuarta vez que se presenta esta apaleada vocacional en La Noria y tercera vez que se marea, vomita lo inenarrable y se va a casa como si tal cosa.
Le gusta la caña a esta chiquilla, que aceptó sentarse a cenar a ni más ni menos que con Jorge Javier Vázquez, Cristina Tárrega, Jaimito Peñafiel, María Antonia Iglesias y Jimmy Giménez Arnau. Uffff. De primer plato: Violeta a la cazuela. De segundo y de postre, lo mismo. Porque todos los comensales dispuestos en torno a la mesa son antropófagos por vocación, al menos los sábados por la noche. Lo pone en su contrato.
Aquello parecía La parada de los monstruos versión milenarista y más freak si cabe: la pandilla basurilla versus Violenta Santander. Allí estaba el ‘tomatero’ vestido de defensor del diablo para la ocasión; Cristina Tórrida en representación de la asociación de amas de casa de Villaviciosa de Odón y del pueblo llano en general: ella era la justicia. Y Peñafiel, el pobre, reconvertido en Doctor honoris causa en materia de mamporros conyugales a consecuencia de la crisis que atraviesan las monarquías. En fin…
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