Una gran escultura recordará la matanza en El Aguaucho, que ilustra la intensa represión de los golpistas contra las mujeres -el crimen de las sirvientas republicanas violadas y asesinadas por unos señoritos- en Fuentes de Andalucía, donde hubo 27 asesinadas.
Como homenaje, SONETO PARA EL CRIMEN DEL AGUAUCHO, de MANUEL MORENO FLORES
“Fueron tres los pecados cometidos
por estas niñas que están en mi memoria,
no es justo merecer este castigo
por ser pobres, mujer y transgresoras.
Todo lo sucedido se quedo en el olvido
y el miedo silenció todas las bocas
solas permanecieron en este mar de trigo
abandonadas sin nadie que les llora.
Maldita fue el final de aquella historia.
Ellas no cometieron más delito
que vivir entre el odio y las pistolas.
Maldita sea la guerra y su victoria
cuando persigue muertes sin sentido,
cuando cortaron estas rosas rojas”
Rafael Guerrero hace la siguiente narración de los hechos en el diario Público.es:
“Se llevaron a las más nuevas, a las más jóvenes”. Esa era la frase que repetían a mediados de los 90 los últimos testigos que vieron partir a un grupo de jóvenes raptadas por unos señoritos que las hicieron desaparecer el 27 de agosto de 1936 en lo que se conoce como el crimen de El Aguaucho. Entre los miles y miles de asesinatos de la represión franquista, el de este cortijo situado entre las poblaciones sevillanas deFuentes de Andalucía y La Campana es de lo más execrable. De la tradición verbal sotovocce durante décadas ha pasado a ser reconocido, documentado y publicado por investigadores como José Moreno yJosé María García Márquez.
La represión en Fuentes de Andalucía estuvo revestida de unas características extremas en cuanto a intensidad y violencia, sin que hubiera ningún pretexto revanchista, ya que este pueblo de 8.400 habitantes entonces –ahora mil menos– fue tomado al día siguiente del golpe de estado. No hubo, por tanto, ninguna víctima de derecha y los asesinados izquierdistas fueron 114. Pero, además, este municipio sevillano, situado a 60 kilómetros de la capital, arrojó la mayor proporción de mujeres asesinadas: hasta un total de 27, entre las que se encuentran las cinco jóvenes de entre 16 y 22 años que fueron secuestradas, humilladas, violadas, asesinadas y arrojadas a un pozo de la finca de El Aguaucho.
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