

En estos momentos están entregando los Premios Príncipes de Asturias en sus distintas modalidades: Arte, Ciencia, Literatura,
Medicina, Investigación, Comunicación y Humanidades, Cooperación
internacional, Ecología y un largo etcétera y el más popular porque
mueve a millones de personas en todo el mundo, elPremio Príncipe de Asturias al Deporte, a la Roja, por haber conseguido por primera vez en su historia elCampeonato del Mundo de Fútbol
Y sin saber por qué y como se dice en el título del post me he fijado en el Premio Príncipe de Asturias al Deporte por las circunstancias que han concurrido en él: dos entrenadores bisoños, Guardiola y Mouriño, que se creen el ombligo del mundo, han negado en una primera instancia la asistencia de los futbolistas, protagonistas del éxito, a tan magno evento: “Mis jugadores no asistirán de ninguna manera”.
Dicen que el Rey ha intervenido para que asista la mayoría de jugadores, de hecho han asistido todos los delMadrid y de los demás equipos, a excepción de los del Barcelona –a Xavi Hernández si lo han dejado por estar lesionado- habiendo dejado incomprensiblemente en tierra al asturiano Villa, uno de los más distinguidos, que seguro que se habrá ciscado en toda la parentela de Rosell y del atildado Guardiola.
El asunto en que se han visto envueltos tan prepotentes futboleros no ha pasado desapercibido para los primeros espadas del periodismo deportivo: De la Morena: De la Morena: “Rosell se lava las manos porque tiene el culo sucio” “Le llamó el Rey pero actuó como Poncio Pilatos”.
Guardiola ha dicho:
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