
Alfons López Tena, de la independentista Solidaritat afirma que los insultos de‘cabrón, ‘hijo de puta’, ‘ladrón’ que recibió mientras se dirigía al Parlamentfueron vertidos en la lengua de Cervantes, de lo que deduce con suma perspicacia que eran españoles los que los pronunciaban:
“Entenderán
que en un día como hoy, precisamente, no tenga una visión, digamos, más
amable de una lengua que ha sido utilizada… porque la única lengua que
se utilizaba por todas las personas que nos han rodeado al diputado
Gerard Figueras y a mí era la lengua española, la única. Por tanto, también, la primera cosa sería preguntarnos aquí de dónde ha venido esta gente”.
“Todos los insultos, todas las palabras oídas durante tres manzanas por parte de todas la gente que había allí, todas eran en lengua española. Podía haber sido en mandarín pero no eran en mandarín, podían haber sido en catalán pero no eran en catalán, eran en español. A partir de aquí, que cada uno saque sus consecuencias”.
A esta tesis se apunta Josep-Lluís Carod-Rovira: “Entre los indignados de Barcelona había algunos infiltrados que son agentes del CNI y
que tienen como objetivo dar internacionalmente la imagen negativa al
mundo que se está dando de Cataluña”.”Tienen, los españoles, todo el
derecho del mundo a indignarse. Pero si quieren hacerlo, como españoles,
lo mejor es que no se equivoquen en el mapa y se manifiesten, se indignen, se meen, pinten, griten e insulten, allí donde les corresponde: en su país”.”Al
fin y al cabo, tampoco está tan lejos y está bien comunicado. Este
internacionalismo progre, que va de apátrida, de anacional, de
cosmopolita, cuando se expresa en el marco de una nación no normalizada
políticamente, no hace más que el juego alnacionalismo dominante: el español, por supuesto. Basta, pues, de complicidades ingenuas y de hacer el tonto con esta indignación de pacotilla‘.
Es decir que ambos han rivalizado en imbecilidad: el enemigo exterior se expresa en castellano, es apoyado por el CNI en una conjura en toda regla contra la nación catalana.
El culto César Vidal sin embargo culpa a Rubalcaba de los desaguisados por hacer gala de “una pasividad bochornosa ante una suma tan repugnante de ilegalidades”. Yo creía que las competencias de orden público estaban transferidas a los Mozos de Escuadra –esto
si lo voy a poner en español-, pero aprovechémonos de su erudición y
capacidad de síntesis para conocer lo que en verdad ocurrió ayer en
Barcelona: