
Con la remoción que se está haciendo
del franquismo en su aspecto más tétrico
–los fallecidos violentamente a cargo del bando vencedor-
con las consecuencias conocidas, la más importante la intervención del Supremo
a petición de parte en contra de su más conocido investigador, de
nombre Baltasar, se está poniendo de moda hacerle otras revisiones a
aquella etapa de nuestra historia como, por ejemplo, la violencia
ejercida sobre los escritores a cargo de huestes de indocumentados de censores cuyo
único mérito era su ansia de supervivencia y un nulo conocimiento sobre
aquello que debían censurar para que resultara acorde con los
principios del Movimiento y la estrecha e hipócrita moral que
de la Iglesia oficial emanaba.
Así hemos leido en un blog Los
censores franquistas y su ominoso recuerdo:
“Sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, Daniel Verdú ,
en El País, -no escarmienta con lo que está ocurriendo a Garzón: la
Falange permanece vigilante- se le ha ocurrido hurgar en los
entresijos del franquismo, apartado de censura de las obras de los
escritores de la época, que siguen siendo los de ésta y además muy
reconocidos. De estos hemos seleccionado a dos, uno vivo y otro muerto a
la joven edad de 104, a Juan Marsé y a Francisco
Ayala, como muestra de la visión profética de aquellos lacayos
del dictador: por cierto entre algunos censores había algunos ilustres,
como Cela”.
Tag: política
Comparte
este artículo
Continúa leyendo...