Crítica lingüística
No se le puede permitir a una licenciada en periodismo, con un posgrado enEstudios Internacionales por la Sociedad de Estudios Internacionales perteneciente al CSIC y otro en Ciencias Políticas en el Instituto de Estudios Europeos de la Universidad Libre de Bruselas, que ha escrito varios libros-uno dedicado a su admirado Aznar- que esté todo el rato cometiendo un vulgarismo inaceptable: la confusión del punto de articulación de la oclusiva sorda C por la sonora G, como la de los que dicen, por ejemplo, “gabina” por “cabina”, ya que dijo al menos cinco veces “Derecho Canónigo”, en vez de “Canónico”, que como se sabe es de las palabras que por influencia eclesiástica no han evolucionado y se mantienen tal cual se escriben en latín. Lo extraño es que ni Pilar Rahola, que sí pronunció bien la palabra, ni Enric Sopena, que anoche se cabreó también más de lo normal, se lo corrigieran. Tampoco tuvimos ocasión de ver ningún SMS, de esos que tan buenos dividendos proporciona a la cadena, hacer mención de tal fallo.
Crítica política
El apartado de La Noria, en su versión más seria y en que se debaten con brevedad y apasionamiento los temas más candentes de la semana entre varios contertulios opuestos ideológicamente, trató anoche de las declaraciones de Martínez Camino, de las que damos cuenta en el post anterior, y de las estremecedoras palabras del Curita, apelativo con que en la región valenciana conocen a Camps, en las que espeta a su opositor socialista que seguramente sueña con pasarse por su casa de madrugada en una camioneta, darle el “paseíllo” y dejarlo depositado boca abajo en una cuneta.
Tags: política, sociedadComparte este artículo
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