
Como no podía ser de otra manera Miguel Ángel Rodríguez, ex portavoz del primer Gobierno de Aznar, sale sonriente después declarar en un juicio rápido por un presunto delito contra la seguridad vial. Al parecer conducía borracho – cuadruplicaba la tasa de alcoholemia – en la noche madrileña y chocó contra varios vehículos, que según el mismo “solo rocé ya que los daños ascienden a 1750 euros…” Y algo que le honra: ha pedido disculpas a los afectados y a toda la sociedad española. No obstante ese desliz puede resultarle caro: pueden caerle hasta seis meses de prisión y al menos un año de privación de carné de conducir.
Es la primera aparición pública de este ser que suele comportarse como un energúmeno y al que se le calienta la boca con suma facilidad, llamando, por ejemplo “nazi” o “rojo-a de mierda” a cualquiera que se le ponga por delante.
Primera aparición pública porque en privado se le ha visto en más de un sarao donde ha vivido y bebido con la desmesura acostumbrada. Es lo que nos cuenta, testigo a su pesar, Pérez de Albéniz en Un día tan raro_
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