
Acabamos de conocer a Isabel López i Chamosa, que salta definitivamente a la fama por sus dislates y su enemistad manifiesta con las reglas que rigen el buen funcionamiento de una lengua, el castellano, que ya gozó en los siglos XVI y XVII de tal esplendor, que fueron llamados los Siglos de Oro, lo que obviamente no se puede decir del siglo actual aunque de vez en cuando surgan individuos como Vargas Llosa, entre otros, que acudan en su auxilio.
Acudimos a la ficha personal del portento lingüístico que
nos ocupa y nos dice: “Nació el 18 de octubre de 1953 en Mondoñedo
(Lugo). Diputada de la VI , VIII y IX legislaturas. Soltera. Diplomada
Sociolaboral. Sindicalista en UGT de Catalunya. Miembro de la Comisión
Ejecutiva de PSC. Presidenta de la Fundación Mª Aurelia Capmany.
Presidenta de la Asociación de Educación de Adultos “Juan Ribera”.
Vicepresident del Institut per al Desenvolupament de la Formació y
l’ocupacio (IFOC) de Catalunya y portavoz del PSOE en la Comisión del
Pacto de Toledo” O sea toda una prócer de la política enemistada con el castellano aunque en su descargo se pueda decir que nació en la Galicia profunda y después emigró a la Cataluña de la inversión lingüística, dos regiones con fablas maternas distintas al castellano, lo que explicaría en parte tantos deslices y tanta agrafia.
Últimamente
hay gente que se ha dedicado a su recopilación y al coincidir en su
persona el ser mujer y además socialista se ha convertido en presa fácil
de los plumillas más señeros de la caverna mediática a
los que ella ofrece gustosamente gran cantidad de carnaza en forma de
expresiones como “Yo creo que es evidente que no entendáis nada, yo
tampoco” o “A los que tienen tanta cultura y son tan perfecto (sic),
decirles que no se mezclen con las obreras como yo”.
A esta cita no podría faltar el culto latiniparlo Losantos que
la ha definido como Chamosa, la nueva “estrella” que “ha nacido. Una
“estrella” que no sabe “ni hablar, ni leer ni escribir”, una “versión
torrentera de Laly Soldevilla, cuajado de faltas de ortografía” o Pablo Molina, “miembro” del Instituto Juan de Mariana, que no ha dudado en resaltar su orondez:
Tag: política
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