
No sé si debe ser motivo de preocupación personal el hecho de que cada vez con más frecuencia me vea, siquiera sea por cortos espacios de tiempo, ante el televisor viendo el gatuno programa de IntereconomíaTV, no sin antes haber hecho un ligero zapeo en busca de algún programa válido en el resto de las televisiones: sobre todo en verano, nada de nada al estar lentamente implantándose en la televisión publica el pensamiento totalitario único y en las privadas, tontunas varias en forma de concursos cuando no abyectas basuras, bendecidas, eso si, porgenerosas audiencias.
Por eso miro hacia Intereconomía que, cuando no está la impía bestia socialista por medio, ofrece estimables contenidos, como el que ayer le dedicaron al juez Serrano, acusado de prevaricación por haber prolongado el permiso de un niño unas horas para ver algo tan fundamental para un sevillano de los de toda la vida como es laMadrugá sevillana, y castigado por la Audiencia Provincialde Sevilla a dos años de inhabilitación, algo que le ha parecido insuficiente a nuestro Supremo tribunal, que la ha elevado ¡ a 10 años !, con lo que el osado juez –y señora e hijos- tendrá que estar ese tiempo sin empleo y sin sueldo.
Un castigo, al parecer de muchos, desproporcionado a la vista de otras condenas a jueces: así se habló de uno que recibía dinero de los narcotraficantes al que le cayeron solo 2 años o de Luis Pascual Estevill, que fue Vocal delConsejo General del Poder Judicial, culpable de los delitos de cohecho, extorsión, prevaricación y detenciones ilegales, a 9 años. Es de suponer que si el permiso del juez al menor hubiera sido de varios días hoy estaríamos hablando de cadena perpetua, o al menos de 30 añitos, como el más sanguinario de nuestros paisanos etarras.
Continúa leyendo...