
La Audiencia Nacional o un juzgado de lo Penal de Irán va a decidir si el caso del chivatazo al aparato de extorsión de ETA en el bar Faisán de Irún,, los tres imputados —el ex director general de la Policía Víctor García Hidalgo,el jefe superior del País Vasco, Enrique Pamies, y el entonces inspector de Vitoria José María Ballesteros— pudieron cometer el delito de colaboración con organización terrorista, castigado con hasta 10 años de cárcel. Si deciden que sí, el caso permanecería en la Audiencia. Si es que no, viajaría a Irún y quedaría sensiblemente descafeinado con penas de hasta tres años de cárcel.
Antes de que la justicia decida el catedrático Agapito se lanza a la arena desdeLibertad Digital y en donde llama chulo en su actitud a Antonio Camacho:
“El ministro del Interior pone en duda que se produjera el chivatazo a la ETA en el bar Faisán. Resulta muy sintomático de la deriva socialista. Mientras que algunos analistas políticos ven en el caso Faisán el cierre, e incluso la explicación final de las complejas y perversas relaciones entre algunos jueces y el Gobierno socialista, vinculaciones que además podrían conducirnos a la clarificación del mayor atentado político contra nuestra democracia, el 11-M, el ministro del Interior, Antonio Camacho, y antiguo número dos de ese ministerio cuando se produjo el chivatazo, niega con vehemencia y rotundidad que el hecho del chivatazo esté probado. Eso se llama chulería.
Tag: política
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