En los tiempos de crisis que vivimos, al menos los cinco millones de parados y 6 millones de jubilados, aproximadamente, de esta España amenazada por movimientos centrífugos originados interesadamente, por un lado, por el independentista PNV o por la burbuja asimismo independentista que nació el 13 de septiembre pasado en Arenys de Munt con la consulta que ahora se va a extender el mes próximo a 130 municipios y en donde ya han imprimado un mapa de los Países Catalanes incrustado en Europa, en estos tiempos de crisis y de corrupciones, pocos españoles podrán poner un Goya en sus vidas que muy probablemente pondrían a la venta para hacer frente a las necesidades de la vida diaria pues la contemplación de una obra de arte no soluciona por si sola el mantenimiento de las constantes vitales.
Algo de esto habrá pensado Borja Thyssen en ¡Hola! a la que concede una entrevista seguramente cobrada a precio de oro en donde habla de la difícil relación con su madre Tita Cervera que, según abundante documentación aparecida tanto en la prensa rosa como en la seria, no ha cesado de poner dificultades en el matrimonio de su único hijo: la más importante la de haberle exigido en varias ocasiones pruebas de paternidad sobre el hijo habido con Blanca Cuesta, lo que supone que doña Tita ha sometido al matrimonio a humillaciones sin cuento, hasta la extenuación, como se suele decir, y lo que demuestra que la ex miss es muy rencorosa y que la joven pareja está adornada de una bondad sin límites: la juventud dando lecciones al egoísmo de algunos adultos.
Tag: sociedad
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