El primero, y para no hacer más sangre de la debida, lo despachamos en pocos renglones. Dejémosle en paz ante su ascensión implacable e imparable a su Gólgota particular, en que seguramente, como católico fervientísimo que es, encontrará similitudes personales con Jesús Nazareno –el que sudó sangre en el huerto de Getsemaní- por la persecución a que se ha visto sometido. Clama de esta manera:
“No puedo seguir como presidente con la voluntad de la mayoría de los vocales en contra”. “Mi corazón sangra por los jueces sencillos que trabajan en las mismas condiciones en que yo he trabajado muchos años”
Y Grecia. A pesar de que la elecciones en Grecia han salido los que convenían, los mercados no dan tregua: la prima de riesgo alcanza los 570, la cifra máxima hasta hoy. Mientras tanto Rajoy vuela, junto con otros miembros del G-20, hacia Los Cabos,
lugar de reunión en donde pondrá su granito de arena para alejar el
fantasma de la intervención. Durante el vuelo ha sacado un minuto para
enviar por twiter una foto en que le ve dialogando en el lujoso avión
con sus colegas europeos.
Ha ganado en Grecia lo que convenía, ha ganado, según Escolar, la derecha, la misma derecha que engañó a Europa y manipuló las cuentas públicas con la bien pagada ayuda de Goldman Sachs; fue esa estafa a la UE y a los griegos donde nació esta crisis del euro de nunca acabar. Gana el candidato de Angela Merkel y Alemania al fin es generosa: ya
no hará falta sacar a Grecia de la moneda única y habrá concesiones en
el plan de rescate, ese mismo plan de rescate que hace unos días era
pecado mortal tocar. Gana Andonis Samarás, el coherente político que en 2010 votó en contra del plan de rescate y ahora presenta ese rescate como la única alternativa al caos”
En El Mundo se dice que “los griegos se
aferran a los partidarios del euro, porque están que no les llega la
camisa al cuello y “el miedo se ha acabado imponiendo a la rabia”. Así
que, tras la pataleta, se la han envainado. “Los griegos se han asomado
al abismo y han decidido optar por el euro pese al enorme malestar
existente” “Se avecinan tiempos muy difíciles pero la UE puede respirar
aliviada”, “el respiro de anoche fue titánico. Se sintió en Bruselas, en
Washington, en París y muy especialmente en Ma drid”
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