“…El accidente aéreo en el aeropuerto de Barajas ha causado hoy la muerte a 153 personas, según ha confirmado Magdalena Álvarez. Los cadáveres han llegado o están llegando a las instalaciones de IFEMA, habilitada como capilla ardiente. Un total de 19 personas se encuentran ingresadas en hospitales madrileños. Según el último comunicado de Spanair, 172 personas ocupaban el avión.”
“…Las causas del siniestro aún no están claras aunque todo apunta a un fallo en el motor izquierdo de la aeronave. Según algunos testigos este motor explotó cuando el avión había ganado algunos metros de altura tras el despegue. La explosión inflamó el queroseno de las alas de la nave que fue perdiendo altura hasta que se estrelló en una zona arbolada a unos metros del final de la pista de despegue. Las cajas negras del avión ya han sido recuperadas.”
Esta es la descripción objetiva de la desgracia por la prensa. Una vez más la tragedia tiene con escenario Madrid que es visitado demasiadas veces por catástrofes, unas provocadas, como la del 11-M y otras debidas al puro azar. Debe ser el tributo que el ser humano tiene que pagar por el progreso. Pero el dolor no hace distinciones en las causas que lo provocan. Es un dolor que atenaza más intensamente a los familiares, a los más próximos, pero estamos seguros de que hoy toda España se ha sentido conmocionada por tan gran tragedia, ante la que no hay consuelo posible. Un dolor que marcará la vida de muchos para siempre, aunque se tenga que recurrir al tópico de que la vida sigue…o de que el dolor siempre acompaña y acompañará al hombre desde que éste puebla la faz de la
