Ante el escándalo producido porque la fiesta de la selección fuese celebrada con alcohol traemos las declaraciones de Ignacio Calderón, director general de la FAD (Fundación de Ayuda contrala Drogadicción):
“Es extraño que nadie les dijese nada’ “Estoy sorprendido y preocupado por la celebración por las calles de Madrid que los jugadores de la selección realizaron con motiva de la victoria en la Eurocopa de Ucrania y Polonia” “No me gustó,
fue triste y es extraño que nadie de los que están a su alrededor les
diga nada sobre cómo festejaron en público la victoria” “al ser personas
que influyen siendo un “resorte positivo para la sociedad“, la celebración no debería haber desencadenado en una situación en la que no se pueda ni hablar”.
¿De qué se queja? Los futbolistas son
jóvenes que en lo alto del autobús –y presos de un inmenso cansancio y
alegría- estaban reproduciendo el comportamiento de millones de jóvenes
que convierten a España en un inmenso botellón. El problema del consumo
está ahí. Y aunque hable de Leire Pajín por segundo día consecutivo les
diré que, siendo ministra de Sanidad, presentó un informe proveniente
de una Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y otras Drogas 2009-2010, en
el que se señala que el alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva
más consumida, que, con respecto a 2007 , el 63,3% de la población
general ha consumido alcohol en los últimos 30 días (lo que supone un
incremento de 3 puntos porcentuales respecto a la encuesta anterior), y
un 11% ha bebido alcohol a diario (frente a un 10,2% de 2007),habiendo
aumentado además el consumo abusivo. Por ejemplo, el 18.4% de la
población encuestada se ha emborrachado “hasta 10 veces” durante el
último año, frente al 14.0% en 2007. El 14,9% se ha dado un atracón de
alcohol (consumir 5 o más bebidas alcohólicas en una sola ocasión) al
menos 1 vez en los últimos 30 días, (12,6% en 2007).
Con respecto a la juerga de nuestra
alegre muchachada se ha escrito mucho y pocos con ese tono de
disculpatorio que el momento merecía. Así desde el blog EQM califican a las celebraciones como de “triunfales borracheras”:
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