

El primero fue el río Guadalquivir donde dijeron los imputadoshaberla arrojado la noche del 24 de enero. Se montó un extenso ycostoso dispositivo que no dio resultado alguno.
El segundo fue el vertedero de Alcalá de Guadaira, lugar a dondellevan las basuras de los contenedores donde dijeron, en una segundaversión, haber arrojado el cuerpo. Un contenedor situado frente aldomicilio en que fue asesinada, asesinato del que también dieron variasversiones: desde el golpe con el cenicero hasta el estrangulamiento conviolación previa. En Alcalá removieron unos 50 millones de kilos debasura sin ningún resultado.
Pasado un tiempo a Miguel Carcaño, presunto-mientras una señoría nolo diga en sentencia- asesino confeso de Marta, le plugo volver a laprimera versión diciendo que su amigo Samuel, en compañía de otros yvaliéndose del cochede un familiar, había arrojado el cuerpo de Marta al charco de la Pava,mientras él se había ido a Camas a pasar la noche con su novia, unamenor de 14 años a quien su madre días después paseó por algunastelevisiones, las primeras en el morbo.
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