![camps camps](http://fotos.subefotos.com/c2e7afb3c4a4e8a6515ef081efb25cebo.jpg)
José García Domínguez, en Libertad Digital, un medio tan poco sospechoso de afinidad con el Gobierno, mas bien todo lo contrario, afirma:
“Mientras escribo estas líneas se debe estar produciendo gran bulla en la Unidad de Grandes Quemados del Hospital La Fe, de Valencia. En especial, me inquieta el cuadro clínico que haya de presentar Esteban González Pons, quien no ha tanto pusiera “las dos manos en el fuego” por los convictos y el dimisionario. El mismo Pons que, hace apenas unas horas, volvía a sufrir otroacceso de incontinencia verbal, dolencia en él crónica, al propalar queFrancisco Camps “es claramente inocente”
“Aunque no solo el locuaz vocero del PP debería apartarse a algún pabellón de convalecientes tras el espectáculo de las adhesiones inquebrantables a una personalidad tan errática como la de Francisco Camps. La chusca escenografía berlanguiana que se ha prodigado en torno al ido, con escenas que en ocasiones llegarían al clímax de la astracanada, ha supuesto un desgaste absurdo para demasiados dirigentes del Partido Popular valenciano. Sobre todo, por lo muy inane del empeño. Y es que quien conservase algún anclaje en la realidad, por precario que fuera, no podía esperar desenlace distinto. La caída de Camps era la crónica de una muerte política anunciada. Apenas cuestión de tiempo”
También Ignacio Escolar se apunta a la metáfora del fuego:
“Camps se va, y medio PP deberá pasar ahora por una unidad de quemados.Rajoy, Aguirre, Fabra, González Pons… pusieron “la mano en el fuego” por su inocencia. ¿Asumirán alguna responsabilidad política? No. Creen que esto sale gratis. Lo peor de todo es que probablemente tengan razón”
El portacoz del PP que, como se dice más arriba, debe están siendo asistido de graves quemaduras, y lo que te rondaré, morena, en la Unidad de Grandes Quemados del Hospital La Fe, de Valencia por exponer sus extremidades superiores al fuego purificador a pesar de tantos indicios como había, las grabaciones telefónicas son apolíticas y se limitan a una descripción inmisericorde de los hechos, de los regalos recibidos por los insensatos e ingenuos políticos valencianos y de la millonaria cantidad de euros que los chorizos del Gürtel estaban birlando a España –uno de los entes por los que se ha sacrificado Paco Camps- en general y a la Comunidad valenciana –sumida en profunda crisis- en particular, Pons, como digo, está tirando balones fuera y por elevación y sin que haya imputación alguna quiere cargar un muerto que no aparece por ningún lado a Camacho , Rubalcaba y partido:
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