
Muy bien podrán considerarse como tales o mejor, teniendo en cuenta con quienes nos la estamos gastando, supuestas cacicadas pues ya sabemos cómo son sus señorías en cuanto ven el mínimo resquicio para atacar, sobre todo a alguien que les hace sombra, caso del crucificado Juez Garzón, o las tajantes decisiones que se producen en algunas redacciones cuando alguien pone de manifiesto o contradice las opiniones de quienes se consideran infalibles gurús de la comunicación.
Este enunciado lo desarrollo con ejemplos:
Si el Juzgado de lo Penal número 2 de Cartagena condena a un hombre a la pena de un año de prisión por un delito continuado de amenazas e insultos en el ámbito familiar al considerar probado que, a través de unas llamadas telefónicas hechas al hijo común, llegó a decir que vería a la mujer “en el cementerio en una caja de pino”, ahora llega la Audiencia Provincial de Murcia revocando la condena diciendo que llamar “zorra” a la esposa no constituye menosprecio o insulto si quien utiliza este término lo hace “para describir a un animal que debe actuar con especial precaución”
O sea, que en el juzgado cartagenero no se apercibieron de que el esposo, con la metáfora del ataúd, estaba jugando con la mujer a los vampiros amen de que con llamarla zorra estaba resaltando su inteligencia y cautela, extremos estos que si han sido visto en cambio por los magistrados de la Audiencia quele ha cambiado el año de cárcel por estar 8 días localizado a todas horas.
El juez Serrano, titular del juzgado de Familia 7 de Sevilla tendrá que pagar 7.200 euros de fianza ante el TSJA, acusado de un delito de prevaricación porcambiar el régimen de visitas de un niño para que saliese en una procesiónpor lo que acordó ampliar en un día y medio el régimen de visitas del niño que había fijado el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, a petición de su padre para que pudiese salir en una procesión de la Madrugá sevillana. En este caso el rencor materno se imponía una vez más a los interese del niño para el que su máxima felicidad en aquellos momentos era asistir a la procesión seguramente sin calcular los perjuicios que le iba a causar a tan comprometido juez. Seguramente el niño también ignoraba que había feministas por medio.
Tags: periodismo, política
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