Diálogo de altura con el Yoyas

Por una vez y sólo por un día en que un personaje como Labordeta que acaba de fallecer es tratado con respeto por las derechas y las izquierdas salta un individuo, bloguero de El Mundo, Salvador Sostres, para el que “escribir es meterse en problemas”, y la lía parda comportándose como un miserable al atacar a un hombre acerca del que todos han convenido en que fue un ser auténtico hasta el final de sus días, aunque qué se puede esperar de aquel que después del terremoto de Haití en que murieron centenares de miles de personas dijera: “los muertos de estos días tienen, como mínimo, el consuelo de no tener que seguir viviendo en Haití”.
Es pues un tipejo, un provocador nato al que gusta nadar contracorriente y que tiene especial animadversión hacia los muertos, en este caso hacia Labordeta intentando desmontar sus vivencias y sus creencias, de esta manera:
-“es muy lamentable que todos nuestros cantautores sean comunistas, esa cosa tan casposa del puño cerrado y de la equivocación sistemática, sin la más mínima decencia intelectual que les lleve por lo menos a reconocer que la economía de mercado
les ha ido maravillosamente bien para engordar sus arcas. Es una
lástima que uno tenga que pensar, cuando escucha algunas de las
bellísimas canciones de Aute, de Sabina, de Lluís Llach o de Serrat, que en el fondo hablan de otras cosas.”
-“ hay que empezar a superar la mochila
y el concepto de la excursión. Todo este gusto por lo rural y por el
“contacto con la naturaleza” no lleva a nada bueno. Reblandece los
espíritus y nos vuelve coñazos y cursis. Además de profundamente insinceros.
Hay demasiados bosques, demasiados caminos, demasiadas rutas. En la
mayor parte del territorio español falta asfalto, casinos, cines,
bares que cierren tarde con pianistas imposibles. Faltan coctelerías,
grandes restaurantes, carreteras como Dios manda, túneles para no tener
que dar tantas vueltas. Todos esos inquietantes paisajes por los
que Labordeta caminaba remiten al atraso, a lo ancestral, al
tercermundismo de donde venimos…”
Tags: periodismo, sociedad
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