San Sebastián no se fía de los “bandazos” de Patxi López, Eguiguren o Zapatero
Isabel San Sebastián posa en el castro de Coaña, que tiene una antigüedad de 3.000 años.
Una mezcolanza de ecos de sociedad, de rencores políticos, de pecados mortales, de fichajes periodísticos, de noticias envenenadas puede degustarse, o todo lo contrario, si entran en el diario que dirige el ex opusdeista Enric Sopena.
He aquí una selección-pueden ver las contrarias en otros mediossimilares- y juzguen a quien interesa, aunque normalmente la gentequiere que le ofrezcan lo que quieren ver y oír, y con esa intenciónvan a los kioscos o enchufan el ordenador: los lectores de El Mundo sonseguidores de las tesis de Pedro Jota sobre el 11-M, al igual que losde LD e Intereconomía que defienden lo mismo más un odio visceral atodo lo que les suene a “izquierda”, teorías que también comparten losde ABC, y La Razón. Y podríamos encontrar algunos parecidos pero no conel mismo poder ni dinero que todos los mencionados. Según esta visión del periodismo a El plural.es de Enric lo podríamos situar en el bando contrario con esta selección de noticias:
-El cardenal Antonio Cañizares casará mañana a la hija de FranciscoHernando, El Pocero, Mónica Hernando, en la capilla del HotelValdepalacios de Oropesa, han informado fuentes del empresario. AlfredoUrdaci, ha dicho que se trata de una “ceremonia íntima solo para lafamilia, amigos y un reducido grupo de invitados: Eduardo Zaplana;Enrique Cerezo; Fernando Fernández Tapias (¿Fefé?”. No figura elalcalde comunista de Seseña.
-El cardenal prefecto de la Congregación para el Clero del Vaticano,Claudio Hummes, ha cifrado en un 4% la cantidad de curas pedófilos enla Iglesia. Teniendo en cuenta que en todo el mundo hay cerca de mediomillón de sacerdotes, el dato significa que 20.000 sacerdotes padecenlo que la RAE define como “atracción erótica o sexual que una personaadulta siente hacia niños o adolescentes”. La Iglesia “no puede cerrarlos ojos” ante este problema. Califica la pedofilia como “un crimenterrible”, insistiendo en que “no hay sitio en el ministerio sacerdotalpara las personas” que lo “han cometido”. “La Iglesia no puede aceptarlos casos de pedofilia; los culpables deben ser punidos tanto por lasleyes civiles como con las canónicas”
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