
Ya sabemos que tampoco son buenos tiempos para la lírica: no hay más que ver la cara azufrada que tenía ayer Rubalcaba, gran encajador por otra parte, ante los denodados ataques de la pequeña y bella Soraya Sáenz de Santamaría y sobre todo de un diputado del PP cuyo nombre no me sé que arrojó una ingente cantidad de veneno retroactivo, GAL y cal viva incluidos. Ver ese espectáculo de tanto odio reconcentrado da miedo. Es más si yo tuviera in mente votar al PP para que intentara mejorar la situación del país quizá me retraería por albergar esa clase individuos. O a Sánchez Dragó intentando dar marcha atrás de aquello que está en el libro “Dios los cría…” O a Aznar metiendo miedo de nuevo con el MVL…: Aznar, contra el “lenguaje viscoso” y los “grotescos juegos de palabras”
No son buenos tiempos para la poesía ni, al parecer, para los funcionarios –para los 4,6 millones de parados, sin comentarios- que hasta ahora, aunque los sueldos no son nada del otro mundo, tenían la prebenda de la seguridad,
de que no podían ser despedidos. Ahora se está abriendo el debate sobre
si los nuevos funcionarios deben estar en las mismas condiciones que
los trabajadores de las empresas privadas.
En las encuestas que circulan por ahí la sociedad quiere que se acaben los privilegios de los funcionarios y fíjense lo que opina el antiguo conspirador y enamoradizo Luis María Anson:
Tag: política
Comparte este artículo
Continúa leyendo...