Un nuevo libro en que habla de años turbulentos, maniobras orquestadas y tácticas políticas y que pretende ser “escáner” de lo que ha sido la sociedad española y de lo que está siendo”
Se explica así en unas declaraciones que hace a Carlos Dávila, lo que ya de por sí difícilmente asegura una entrevista no dogmática ni sectaria, y en las que, por supuesto, cree que todo lo que le pasó, las condenas del Supremo y de la Audiencia Nacional, fueron ocasionadas por sus enemigos políticos y por el resto de los banqueros que lo consideraban un parvenu: afirma que hubo una alianza tácita y táctica entre José María Aznar, Felipe González y la banca tradicional para frenar sus aspiraciones políticas
-“No, yo pagué a una sociedad con una factura de 600 millones de pesetas a Antonio Navalón, que era un intermediario. Los bancos tenemos sociedades dentro y fuera de España y todas están sometidas a auditoría. Pagamos en esas sociedades desde fuera porque Antonio Navalón dijo que pagáramos así, y creó una sociedad que se llamaba Argentia Trust y le pagamos 600 millones. Punto y final. Lo curioso del caso es que me querían imputar a mí esos 600 millones, y me los imputaron”
-“Se produce un pacto entre el señor González y yo, y al día de hoy, viendo la situación financiera en España, pretender seguir hablando de la situación financiera del banco es ridículo. El banco estaba bien, pero en el juicio de Banesto compareció el vicepresidente ejecutivo de la banca Morgan y dijo: no hay ninguna persona objetiva que sea capaz de reconocer que el plan de Mario Conde en Banesto hubiera funcionado a la perfección. Al final, a mí me condenaron por llevarme 600 millones, que demostré dónde estaban, por 300 millones que le dimos al CDS, que demostré dónde estaban y por 1.500 más en dos sentencias que han sido anuladas por el Tribunal de Derechos Humanos”
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