En el argot académico los llaman, al no tener nirigor científico ni una fama universal, doctores-chusqueros, enoposición a los que ganan tales distinciones por la vía reglamentaria,después de largos años de docencia e investigación y de sufrir enalgunos casos las veleidades del catedrático-cacique de turno.
Se comenzó el año con el nombramiento de José María Aznar como Doctor Honoris Causa por la UniversidadCEU Cardenal Herrera por su papel en la defensa de las raícescristianas de Europa y de los principios del Humanismo Cristiano, ladefensa de la institución familiar y el apoyo a las víctimas delterrorismo. Lógicamente tan católica universidad no sacó los trapossucios de su visto bueno a la Guerra de Irak, ni hubo un recuerdo paralos centenares de miles de víctimas sobrevenidas desde la invasión.Hizo hincapié nuestro nuevo Doctor “en momentos no muy lejanos en quelas víctimas quedaron desamparadas”. ¿Se referiría a los 192 muertos enlos atentados de los trenes ocurridos durante su mandato?
El acto estuvo presidido por el Molt Honorablepresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps acompañado delGran Canciller de la Universidad, Alfredo Dagnino, el rector JoséAlberto Parejo y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
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