
El desgraciado suceso en que la niña sevillana Marta del Castillo, ocurrido hace ya nueve meses, se resiste a caer en el olvido ciudadano porque el de su familia será algo imposible: el triste recuerdo de quien les fue arrebatada tan injusta y dolorosamente les acompañará de por vida.
El recuerdo se resiste a ser amortiguado por el paso de los días y así unas veces es un partido político, caso del PP o de UPyD, quien lo impide mediante celebración de actos, como el que mencionábamos ayer en que el primero de ellos organizaba una misa en la Basílica de la Macarena en su memoria y otras, los movimientos ciudadanos.
El problema que se plantea en el primer caso es que surgen dudas razonables sobre la verdadera intencionalidad del partido organizador: si son motivos espurios, como rentabilizar políticamente tan desgraciado suceso, o salen del corazón, como seguramente ocurrirá a muchos de los que concurren al llamamiento. Esas dudas hacen que se viertan comentarios al post en el que se habla de la Misa en la Macarena, en que se ve a Arenas en el pasillo central hablando con el abuelo de Marta, del tipo de:
“…En cuanto al tema de la chica secuestrada y asesinada, me parece normal que los padres actúen de forma irracional, movidos por la venganza, por el desaliento,… todo eso es normal, pero lo que no es normal y de muy poca vergüenza la utilización del PP de desgracias como esta, también lo ha hecho UPyD en Huelva, pero bueno ¿dónde vivimos? Y la Iglesia como siempre sacando tajada de la desgracia humana, también como siempre”
Tag: sociedad
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