Vuelve José Mª Izquierdo , veterano periodista deEl País, con un libro bajo el brazo, Los cornetas del apocalipsis en
donde han sido bajados de categoría algunos de los escritores o
periodistas, según se mire, que hace unos meses fueron denominados “los
jinetes del Apocalipsis” y de los que hizo en su medio unas celebradas
semblanzas.
En el
libro las acrecienta en un sentido negativo-no son santos de su
devoción- e incluso ha añadido unos cuantos más hasta completar la
decena: Federico
Jiménez Losantos, Fernando Sánchez Dragó, César Vidal, Alfonso Ussía,
Antonio Burgos, Carlos Dávila, Hermann Tertsch, Juan Manuel de Prada,
Pío Moa e Isabel San Sebastián que son los habituales productores de un veneno que cata antes de ofrecerlo en dosis digeribles en su blog.
Y no es que el verbo corrosivo y letal de
estos nombres se vaya a cargar la democracia, no, no ha podido aún ni
la casta de políticos que nos gobiernan estos últimos diez años, pero
ofrecen una visión de la sociedad tan dogmática y sectaria
que sus lectores ocasionales han de dirigir necesariamente sus votos al
lado contrario en que ellos se sitúan si existe algún lugar en que se
encuentren cómodos Jiménez Losantos, el corneta anunciador; Ussía, elseñorito faltón; Sánchez Dragó, el taoísta vestido de azul;Hermann Tertsch, unhúsar con una tuba (wagneriana);César Vidal, el mártir del compás;Antonio Burgos o cuando es cierto que la gracia no se puede aguantar; Juan Manuel de Prada, a la trinchera con el reclinatorio: Carlos Dávila, el bocata de chicharrones; Pío Moa, el historiador de la casquería e
Isabel San Sebastián, un dulce y chirriante sobreagudo, mencionados los
diez en el orden en que aparecen en el libro, que tendremos que leer
porque la diversión está garantizada, y con las apostillas definitorias
de los personajes: El gracioso Burgos, el beato de Prada, Vidal, el
mártir del compás, Dávila, el de los chicharrones, etc.