La Ley Integral contra la Violencia de Género no siempre es justa

Así se manifiesta el juez Francisco Serrano ante el”efecto perverso”de proteger “situaciones de abuso” y no a las mujeres que realmentesufren maltrato.”
No siempre es justa porque, aunque haya traído cosas buenas, como el hecho de que la sociedadya no tolera situaciones de violencia machista, también se estánproduciendo abusos porque no ha hecho una buena definición delmaltrato. Es decir que si no define el delito con absoluta claridad esuna ley que hace aguas, es una ley injusta-todos conocemos casos quevan en este sentido- porque estigmatiza al hombre acusado de maltrato,pues incluso” después de demostrar que se trataba de una denunciafalsa, su proceso de divorcio seguirá en el Juzgado de Violencia deGénero y no en el de Familia”
Aunque en la inmensa mayoría de veces la violencia física esejercida por el varón sobre la mujer no hay datos sobre la violenciapsicológica que pueda ejercerse en el ámbito de las relacioneshombre-mujer y en los dos sentidos ya que estas son mucho más difícilesde cuantificar por el médico del Ambulatorio o forense, en su caso.
Así la discriminación positiva de que se beneficia la mujer, al sermás débil físicamente, abarca además terrenos más oscuros como laviolencia psicológica y conduce al hecho de que, por el hecho de ladiferencia de sexo, “cuando la mujer denuncia un caso de maltrato,inmediatamente recibe el apoyo de cuatro o cinco instituciones entre elabogado de oficio, el fiscal y las asociaciones contra la violencia,mientras que el hombre solo tiene a su abogado y, si luego pretendeacusar por denuncia falsa, se encuentra ante la dificultad de“demostrar un hecho en negativo, es decir, que ella no se equivocó aldenunciar”, afirma el juez Serrano.
Éste compara la situación nada menos que con la base de detención deGuantánamo: “Cuando a un hombre se le denuncia, a la cárcel y la llavetirada”.
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