

Hace apenas una semana circuló por la RED el vídeo que ofrecemos, extraído del reportaje que dos periodistasespañoles hicieron a Maulavi Jamaladdin Mansoor, supuesto jefe de lostalibanes de la provincia afgana de Badghis, y en que asegura que susmuyaidines “están preparados para matar a todos los invasoresextranjeros”.
Hoy los talibanes lanzan un nuevo vídeo en que se ven las banderas de España, Francia y EE.UU. ardiendo grabado, distribuido cinco días después del atentado en el que murieron dos soldados españoles en Afganistán.
Es por tanto la segunda vez que España es amenazada directamentepara exigir su retirada del país asiático aunque la primera que labandera aparece en un primer plano junto a la del resto de paísesdesplegados en Afganistán.
Ese es, pues, el preocupante estado de la cuestión mientras nuestros políticosse ven inmersos en escandaleras diversas, acerca de la lápida a SantaMaravillas, las cosas de Bono y Villalobos por un quítame allá unas lecturasde la Constitución, con la separación de Felipe González, con el viajede la duquesa de Alba a tierras de la mafia siciliana con su recienteamor, con el lío de Repsol, Sacyr y su venta o no a los rusos que dicenno tener un duro para comprar…, mientras ocurre todo esto en una naciónalegre y confiada y en que Zapatero comienza a amagar con nopresentarse a las próximas y sí su, al parecer delfin(a) Carme Chacón,responsable de las tropas, estas soportan en lejanas tierra un peligroevidente, todo en aras de los principios democráticos de lacivilización occidental, supuestamente, aunque otros piensen que están,en donde los rusos no quieren ni oír hablar, por otros móvilesque nunca se confesarán, y ahora estamos recordando con el inconscientesubsconciente la gran cantidad de Cruzadas que se organizaron enEuropa para la conquista de los Santos Lugares, una de ellas montadaexclusivamente por niños. ¡Dónde estaría el Defensor del Menor ¡
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