![luis garcia montero luis garcia montero](http://www.elpais.com/recorte/20061007elpbabese_1/XLCO/Ies/20061007elpbabese_1.jpg)
Reproducimos en su integridad un artículo de Luis García Montero, un poeta ya con una larga trayectoria, que escribe versos como
“…Quizá sólo nos falte
ser algo menos jóvenes, sentir en otro tono
más distante la vida,
sin abusos
con nuestra inevitable humanidad”
“Su poesía habita un territorio cercano donde convergen losdisfraces de la subjetividad y las preocupaciones colectivas, laindagación en los propios sentimientos y los imperativos del presente,la frágil rutina de los sueños y el rumor de la lluvia en las aceras.Dibujada con tintes realistas y tonos verosímiles, la ciudad es elescenario de una ficción a la altura de las personas anónimas quebuscan en los versos la sombra de sus vidas.”
Así el realismo y la verosimilitud que adornan su poesía los haceextensivos a su forma de ver la realidad cotidiana, y no hay nada másreal y que influya tanto en la vida cotidiana que el fenómeno económicode la crisis, que él ejemplifica en distintos personajes y la maneraparticular que tienen de vivirla: un albañil especializado, un políticopragmático, un bancario, un promotor de viviendas, un niño reciénllegado en la patera nuestra de cada día y una compasiva ama de casa. Creo que esta crónica nos acerca mucho más a la realidad que aquella otra, tan artificiosa, que escenifican a diario nuestros políticos:
“…Antonio está indignado. Las cosas andan mal, muy mal, y la culpa de todo la deben tener como siempre los políticos.Si supieran hacer su trabajo, ahora no tendría problemas para llegar afin de mes. Resulta difícil pagar la letra del BMW, la del cochecito deAntonia, la hipoteca del chalet y los dos pisosque compró en El Puerto para invertir y pensar en el futuro de losniños. Todo se lo estaba ganando con su esfuerzo, porque nadie como élera capaz de trabajar a destajo con el yeso, sin tonterías de conveniosy de salarios oficiales. Nadie como él para enyesar un edificio deltirón. Pero quién iba a decir que el negociose pararía, y que a los muchachos de la asociación les iba a resultartan difícil visitar nuevas obras para imponer condiciones. La culpa esde los políticos…
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