
Yo que Rajoy no me fiaría en absoluto de los que ahora no pueden disimular la alegría por la caída de Zapatero y las desventuras de Rubalcaba.Yo que Rajoy, después de haber dicho que la aparente claudicación de ETA ha sidoconseguida sin concesiones políticas, no estaría muy a gusto con su núcleo duro, el Mayor de los Orejas al frente, que sigue diciendo y pensando queZapatero es un traidor que nos ha vendido a los terroristas. Los de este núcleo duro son tan cerriles y dogmáticos que pueden dar a traste con la política de moderación del nuevo presidente. Y los jinetes del Apocalipsis, si este no se pliega a su su involucionista forma de ver la política, pronto le volverán la espalda, como en 2008.
He aquí algunos ejemplos:
Antonio Burgos escribía en ABC:
“Aznar ya no vive aquí. A Rajoy que lo registren. A González Pons, que le hagan la prueba de la alcoholemia. Niño, pisa el pedal de Cospedal. ¿Aznar dice usted? ¿Que hubo una vez en el PP un hombre llamado Aznar, y que además tuvo la desfachatez de ganar dos veces las elecciones generales, y encima por mayoría absoluta una de ellas? Aznar, Aznar… No me suena. Ese es, en todo caso, el que tuvo la culpa de la guerra de Irak y de lo del 11-M. Con él España no iba bien. Iba de cráneo. España va bien con Rajoy, que es capaz de renovar todo lo renovable sin renovarse él mismo e irse a su casa tras perder dos elecciones, ¡qué arte, miarma! Rajoy lo ha dicho de palabra: ‘Aznar ya no está en política, y España y el PP han cambiado’. Óle tus cojones.”
E Isabel San Sebastián en El Mundo:
Tag: políticaComparte este artículo
Continúa leyendo...