Este catalán de Badalona, licenciado en filología hispánica, se ha convertido en poco tiempo en una estrella de la televisión, quizá la más influyente y mejor remunerada.
A pesar de que sus programas sean considerados como televisión-basura en 2009 recibió el Premio Ondasal mejor presentador de televisión ”por renovar con brillantez y sentido del humor el rol del presentador en un género controvertido”, algo que fue considerado indigno y vergonzoso por bastantes profesionales “más serios” del sector, caso de Carles Francino, que debiendo entregarle el premio durante la gala, se negó a hacerlo.
En diciembre del mismo año (2009), recibió junto con Mercedes Milá, el Premio Shangay 2009 al mejor presentador. Shangay es, desde 1993, la empresa líder en Noticias, Entrevistas, Agenda e Información de Música, Artes, Ocio y Entretenimientos para el colectivo Gay y Lésbico.
Su dedicación casi a tiempo total en la tele no le impide cultivar la literatura: ha escrito un libro, su ópera prima, titulado ’La vida iba en serio’, en la que habla de su vida en Badalona: quiere cerrar una historia que tiene abierta, la muerte de su padre.
Al ser de las caras más conocidas del país suscita el interés de los periodistas que lo convierten en sustancia informativo tanto para sus admiradores como de sus detractores, abundantes casi a partes iguales.
En las entrevistas que le hacen procura airear sus opiniones sobre lo que le rodea, e incluso sobre su homosexualidad y aspiraciones del colectivo gay.
Así en la que le hace en El País Borja Hermoso habla de la economía sumergida:“Sin el dinero negro, la gente estaría destrozando escaparates a pedradas” . Y lo define como “simpático, coqueto y listo y por mucho que nos empeñáramos de antemano, no nos pudo caer mal”, previamente había recibido al entrevistador en su mansión madrileña “descalzo y en bermudita de rayas mientras acariciaba el lomo de un galgo’.
También lo entrevista Carmen Rigalt en La Otra Crónica de El Mundo, en la que afirma que cuando acabó el exitoso –y denigrado y denigrador “Aquí hay tomate” lo pasó mal :”Pasé de vivir mis minutos de gloria a sentirme muy vapuleado”.
De su condición gay afirma:
“Llegó un momento en que me harté de ir furtivamente a los baretos de ambiente. Necesitaba algo más”. No le convence personalmente el matrimonio homosexual aunque no esté en contra: no pienso casarme, porque mi concepción del amor homosexual no contempla las ataduras”.”Las bodas gays me chirrían. Las respeto pero no entran en mi cabeza. Nuestra lucha va más allá del derecho a casarse”.