En España para hacerse oír, para hacerse sitio en el periodismo serio, o en la prensa amarilla, o en la televisión basura, hay que hacerse experto en boutades, o en burradas, o en incorrecciones, o en servilismos. Ejemplos hay a docenas pero hay que decidirse por unos pocos, los que caben en la brevedad de un post. Y hoy nos ha pedido el cuerpo traer a Martín Prieto, que habla de dos personajes de moda: Felipe González,a partir un piñón con Rajoy con el que está colaborando, haciendo honor a su categoría de estadista reconocido, para salir lo mejor posible de la crisis, todo los contrario que Aznar, que amenaza con volver cual trasnochado salvapatrias, y de Alfonso Guerra, que presenta el tercer tomo de sus memorias. Martín Prieto, aquel que simuló un secuestro por parte de ETA, versión periodística de aquel célebre concejal pepero Bartolín, opina de estos dos socialistas:
“Nada tienen en común y ni siquiera les gusta el mismo tipo de mujeres. Siempre hicieron vida aparte y Alfonso ni bajaba a las tenidas nocturnas de la bodeguilla. Entiendo el rencor social de Guerra nacido en una familia numerosa muerta de hambre. Felipe, pese a las hagiografías que le representaban como trabajador en la vaquería paterna, se vestía para ir a las fiestas universitarias aunque fuera apestando a leche”.
Y a Salvador Sostres, cuya última muestra de misoginia es afirmar en el El gato al agua que “a las féminas deberían prohibirles la entrada en los restaurantes de lujo, porque no disfrutan de ellos, ya quecomparten hasta el café”. En otra ocasión llegó a justificar la violencia de género: el asesinato de una mujer embarazada a manos de su novio debía ser entendido como un acto de amor, porque ésta pretendía abandonarle. En otro momento escribió: “Una chica que no es una prostituta, siempre que folla contigo parece que te está haciendo el favor de su vida. Una vez en el lavabo enculé a una valenciana que decía que el catalán y el valenciano eran lenguas distintas mientras le hacía recitar un verso de Lluis Llach” También dijo cuando el terremoto de Haití de 2010: “Lo de Haití es una manera un poco aparatosa (pero una manera, al fin y al cabo) de limpiar el planeta”…
¿Y que me dicen –todo por la pasta- de Mercedes Milá que nos enseñó las bragas en directo? La televisión debería de tener unos límites infranqueables y creemos que el tope debería estar en las bragas y mollas de la Milá, antaño estupenda periodista…
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