Aunque el fiscal del Estado, Eduardo Torres-Dulce estuviera en la honra a las víctimas organizada por la A.V.T –minoritaria en número con respecto a la presidida por Pilar Manjón-, hombro con hombro con el ministro de JusticiaGallardón y la alcaldesa Botella, y hubiera hecho unas declaraciones días anteriores en el sentido de que había queanalizar unas chatarras encontradas de un vagón, posiblemente movido a ello por los medios habituales de la ultraderecha, hoy ha matizado aquellas declaraciones afirmando que “ni la Fiscalía General ni nadie va a reabrir el 11-M, que la del 11-M es una sentencia “incontestable” y que él no pretende reabrir el sumario”
Un nuevo jarro de agua fría para los paladines de la teoría de la conspiración, Pedro José Ramirez y Fede Jiménez, teoría “que sostiene que el explosivo utilizado en los atentados era el usado habitualmente por ETA; y que, por tanto, los autores de la matanza fueron distintos de los condenados, o bien estos se vieron manipulados por aquella. Aún siguen disgustados porque en el juicio no se demostrara la participación de ETA en el 11-M, como había sostenido inicialmente el Gobierno de Aznar” (Del editorial de hoy en El País, 11-M, 11-M: basta de paranoia)
Así dice El Mundo advierte a Torres-Dulce:
“El fiscal general debe saber que no va a poder contentar a todos. Pronto tendrá que decidir si recurre el archivo de la causa contra Sánchez Manzano y pronto también deberá pronunciarse sobre el recurso de Zougam. Torres-Dulce dio la sensación ayer de haber dado marcha atrás en sus planteamientos iniciales sobre el 11-M, pero más que atender a sus palabras habrá que ver cuáles son sus decisiones”.
Tags: política, sociedad
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