
Cuando se está maravillando la gente de los cerca de 300.000 euros brutosque tiene asignados el Jefe del Estado y bastante menos el jefe del Gobierno y ministros, cuando el nuevo gobierno ha emprendido una serie de tijeretazos que no han hecho más que empezar –según ha anunciado la omnipotente Soraya cuando acaben las elecciones andaluzas será el llanto y el crujir de dientes, aunque esperemos que no se llegue a los extremos de Grecia y Portugal-,cuando los bolsillos y las cuentas corrientes de la ciudadanía se están llenando de telarañas, nos enteramos de cosas extraordinarias.
Ya han dejado de ser noticia los presuntos trapicheos del duque de Palma, el talonmanista Urdangarin que quiso seguir dando pelotazos, en vez de a la portería de balonmano, en los bolsillos de los súbditos de su suegro allá donde oliera dinero, sin importarle si un colectivo era de disminuidos psíquicos o físicos o eran políticos de determinadas comunidades que han hecho que el déficit se eleve al 8%, algo que por supuesto tiene la culpa el gobierno de Zapatero al que si algunos histéricos comentaristas de Intereconomía les encantaría que ya estuviera en Alcalá Meco en vez de en una urbanización de la burguesía madrileña.
Como hay que seguir poniendo el acento en lo económico, en la escuchumizada masa monetaria que le va a quedar a la mayoría de los españoles, no deja de llamar la atención el que –aunque esto al parecer es legal y Hacienda no puede intervenir- Rodrigo Rato, José Luis Olivas y Francisco Verdú, los tres primeros ejecutivos de Bankia vayan a percibir una remuneración anual total de un máximo de 10,15 millones de euros,
Tags: economía, sociedad
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