
O una nueva cortina de humo del Ejecutivo para distraer al pueblo de los problemas. Un engaño más del Gobierno de Zapatero cuya resolución, además, se la adjudican a Rubalcaba en una especie de ninguneo al todavía presidente cuya definición por los documentos de Wikileaks de “astuto felino” ha sembrado el desconcierto en Pedro Jota.
Fíjense lo que escribe el que se presenta como un fino economista liberal Carlos Rodríguez Braun acerca del plante de los controladores:
“La Prensa no adicta al régimen sospechó casi de inmediato. El equipo de Smiley (Zapatero)
disfrazado de responsables estadistas haciéndose cargo de un peligro
imprevisto y enfrentándolo decididamente decretando el estado de alarma
era demasiado teatral. El protagonismo de Alfred l’Écoutant invita una vez más a evocar su frase célebre: España se merece un Gobierno que no le mienta.
Cabían, por tanto, las sospechas de que el gato encerrado estribaba en una provocación calculada, un Smiley que sacrifica la primavera argentina
para estar aquí, aunque no en primera fila, porque habría sido
excesivamente descarado”(…) La increíble torpeza de los controladores,
que no saben con qué sujetos se juegan los cuartos, facilitó el
ocultamiento de otras responsabilidades. «Quien le echa un pulso al
Estado, pierde», sentenció Alfred, y la población, ignorando los
aspectos más totalitarios de este mensaje, lo respaldó. Smiley controla”
O Alfonso Ussia que pone en el mismo plano a “los controladores indignos y los gobernantes indignantes”:
“Mucha demagogia hay en ello, pero no es capricho social que un
controlador aéreo multiplique por diez la nómina de un honesto
trabajador de limpieza de los aeropuertos. Es consecuencia de la alta
responsabilidad de su trabajo” “España está sin control desde tiempo atrás. Sufrimos los españoles el peor Gobierno de nuestra libertad. En ocasiones parece que Zapatero y sus chicos han decidido que gobiernan un país habitado por cuarenta millones de imbéciles.
Tag: sociedad
Comparte este artículo
Continúa leyendo...