
Resulta que quien ha inspirado tal título es un sindicalista al quele he escuchado en la radio, entre otras, la siguiente declaración tangráfica: “Lo peor que hay en verano es que le pongan a un ministro unaalcachofa en la boca”.
No hay que ser un adivino para pensar que se refiere a don JoséBlanco, al parecer el ministro de guardia, ya que todos permanecen ensus lugares de veraneo, aunque el único que haya salido a la palestradesde la volcánica Lanzarote, desde el escenario fantasmagórico de laCueva Los Jameos del Agua, es nuestro Presidente para hacerdeclaraciones institucionales, como la referida a la captura de etarrasy los hallazgos de numerosas fábricas de bombas en el país vecino.
El único activo parece Pepinho que va visitando diversas regionesautonomizadas a las que va prometiendo el oro y el moro en forma deAVEs, autopistas y aeropuertos varios, con su supuesto nuevo lookseráfico, pero menos, como un moderno San Juan de la Cruz:
Mil gracias derramando, pasó por estos sotos con presura
y, yéndolos mirando, con sola su figura
vestidos los dejó de hermosura.
La hermosura referida a la de los euros prometidos que no, obviamente, a su perfil un tanto mortadeliano.
Tag: políticaComparte este artículo
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Resulta que quien ha inspirado tal título es un sindicalista al quele he escuchado en la radio, entre otras, la siguiente declaración tangráfica: “Lo peor que hay en verano es que le pongan a un ministro unaalcachofa en la boca”.
No hay que ser un adivino para pensar que se refiere a don JoséBlanco, al parecer el ministro de guardia, ya que todos permanecen ensus lugares de veraneo, aunque el único que haya salido a la palestradesde la volcánica Lanzarote, desde el escenario fantasmagórico de laCueva Los Jameos del Agua, es nuestro Presidente para hacerdeclaraciones institucionales, como la referida a la captura de etarrasy los hallazgos de numerosas fábricas de bombas en el país vecino.
El único activo parece Pepinho que va visitando diversas regionesautonomizadas a las que va prometiendo el oro y el moro en forma deAVEs, autopistas y aeropuertos varios, con su supuesto nuevo lookseráfico, pero menos, como un moderno San Juan de la Cruz:
Mil gracias derramando, pasó por estos sotos con presura
y, yéndolos mirando, con sola su figura
vestidos los dejó de hermosura.
La hermosura referida a la de los euros prometidos que no, obviamente, a su perfil un tanto mortadeliano.
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