
¿Cómo se han podido llegar a relacionar dos conceptos tan antitéticos, uno que se refiere a un producto exquisito elaborado por el hombre a través de siglos de investigación culinaria a partir de la conjunción de los cuartos traseros del cerdo-vulgo jamones- y el clima frío y seco de la Sierra Nevada granadina, y el otro un severo artículo del Código Penal español, el 525, que castiga a los ofensores de los los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa”?
Se han relacionado por mor de que un profesor del Instituto Menéndez Tolosa, de la Línea de la Concepción, durante el desarrollo lícito y preceptivo del currículo propio de la materia de Geografía, que en uno de sus apartados abarca la variedad climática de España, ha osado decir, lo que por otra parte es un axioma, que el frío, en concreto el de Trévelez, favorece la curación del jamón.
Este aserto, fácilmente constatable en otros lugares como Jabugo, Guijuelo, y en general en todos los lugares serranos en que se produce el sublime Pata Negra, ha dado lugar a una enérgica protesta, seguida de una denuncia de la familia de un alumno musulmán, que pretende acogerse al artículo 525 del Código Penal, que establece multas contra quienes ofendan “los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa”, en la comisaría delCuerpo Nacional de Policía que ha atendido y aceptado la presentación de esa denuncia por parte de la familia musulmana.
El hecho de que el profesor linense haya sido denunciado por hablar en clase del españolísimo jamón…