
El presidente del Tribunal Constitucional (TC), Pascual Sala ha
afirmado que “cuestionar la independencia de un magistrado es atentar
contra lo más sagrado que tiene la función jurisdiccional”. “Pone la carne de gallina que se cuestione la independencia de un magistrado “simplemente por frases generales”
Las
palabras de tan alta autoridad del Estado que recurre al símil
gallináceo, cuando aún no se han olvidado los ecos de otras gallináceas
más vistosas, como el Faisán, han sonado a rechifla en los de siempre, en los voceros del Apocalipsis y asimilados e incluso ha despertado la hilaridad de nuestro humorista más vetusto y emblemático, el Sr. Mingote, académico de la Lengua además, que presenta a unas gallinas alimentadas por ETA afirmando que se les ha puesto la carne de Pascual Sala.
A la viñeta de Mingote hay que suponérsele la gracia pero hay que hurgar mucho para encontrársela (la gracia) al culto César Vidal cuando afirma:
“Acabo
de enterarme de que Pascual Sala, presidente del Tribunal
Constitucional y firmante de la sentencia que ha abierto a ETA la
participación en las próximas elecciones municipales y autonómicas, ha
señalado poco antes de dar una conferencia en la universidad Pompeu
Fabra, que las afirmaciones que se están realizando sobre los firmantes
de la controversia resolución le «ponen la carne de gallina”
“Reconózcase, sin embargo, que se esperaría que Sala, puesto a
identificarse con una animal de pluma, lo hiciera con otro que no sea
especialmente conocido por su impenitente tendencia a la prostitución y su habitual búsqueda entre el estiércol a la caza de sustento”.
Y sin salir del lodazal José García Domínguez en Libertad Digital:
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