


Desde hace dos días hago mención a la película
Torrente 4. Hoy de nuevo y a partir de una crítica demoledora
del sarcástico Antonio Burgos. Y lo hago para no recordar la
catástrofe que ha tenido en lugar en Japón, una de origen
natural a cargo del terremoto y subsiguiente tsunami y la otra
a partir de la avería en una central nuclear. Pero se pongan
como se pongan los ecologistas la nuclear es una energía
absolutamente necesaria si en occidente se quiere seguir
viviendo como en la actualidad. En los siglos venideros, ya se verá,
supongo.
Pero el que los verdes sean unos oportunistas
cargados de inocencia no es para que Carlos Dávila, el
Júpiter tronante de pacotilla de la derecha extrema se ponga
así:
“…En el Extremo Oriente sólo se sabe a
ciencia cierta que los muertos de un seísmo están siendo
aprovechados por los boberas del ecologismo sufragado para
alzarse en masa contra las nucleares. En un país como el nuestro, donde han
reventado presas y donde miles de mineros han muerto carbonizados, estos
palmeros de la tragedia están perorando ‘apocalipsis’ en la
sabiduría que es la única bandera que le queda ya a la izquierda de los
Bardenes y su cuadrilla”. (Más adelante se verá cómo Antonio Burgos
también la tiene tomada con “Javier Bardem y a la madre que lo
parió”, qué asco de envidia nacional)
Hace pues dos días ya decíamos que “a veces es mejor ir a ver
a Torrente 4, la película de la década en cuanto a recaudación,
la más casposa de todas, donde hay más frikis por metro cuadrado junto a
reconocidos cantantes y deportistas: salen los consabidos Cañita Brava,
Paquirrín, Mari Cielo Pajares, Belén Esteban que acaba siendo arrojada
por el hueco de una escalera poco antes de decir que ella hace lo que le sale
de su coño (sic), la memoria del Fary o el Kun
Agüero y otros futbolistas y cantantes famosos, la nietísima de
Franco que oye una grosería de Torrente, Buenafuente,
etc,. que escuchar tanto desatino a propósito de la última gran
desgracia.
Tag: sociedad
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