
Cuando venga el Anticristo se acabará el mundo y los mercados, eso que nadie sabe lo que es, están haciendo de modernos anticristos que en vezguadañas vienen blandiendo tijeras con las que van amenazando a diario y recortando la situación de bienestar que tantos siglos costó conseguir a algunos países, como los europeos, aunque fuese a costa de lo que todos sabemos.
El único refugio posible ante tantas calamidades son nuestros éxitos deportivos: hoy hace un año de la hazaña más grande que vieron los siglos, la conquista de la copa del Mundo de fútbol y en otros deportes, también seguimos en la cima. En cualquiera de ellos somos primera potencia mundialy debo resaltar un detalle: lo que más me maravilló ayer de la victoria de España en la copa Davis ante los Estados Unidos fue la exquisita deportividadde que hicieron gala los derrotados: el entrenador y jugadores que acababan de ser vencidos dieron un abrazo rebosante de fair play a los que acababan de ganarle en su propia casa: todo un ejemplo para el mundo del fútbol en que abundan tanto los payasos y comediantes que se retuercen de dolor en el suelo y dan 5 o 6 vueltas sobre su eje en el césped cuando le rival le roza: con ello atraen las iras del público e intimidan al árbitro. Todo un ejemplo también el del entrenador Courier para nuestras plañideras que se sientan en los banquillos.
Pero volvamos al Anticristo moderno que avanza con su guadaña de recortes al estado de bienestar:
- La presión sobre la deuda española ha comenzado la semana disparándose. Y no lo ha hecho sola. La prima de riesgo española se ha unido a la italiana en una jornada en la que se viven los mayores incrementos del sobreprecio que debe pagarse por los bonos a diez años de estos dos paises periféricos, frente al precio que se paga por el bono alemán que se toma como referencia. Los mercados están a la espera de la reunión de la cúpula de la Unión Europea y del encuentro de los ministros de finanzas que se reúnen hoy en Bruselas, que previsiblemente debatirán sobre el segundo rescate de Grecia y el incremento de la presión sobre la deuda italiana.
Continúa leyendo...