El manchego Cayo Lara baja a Andalucía y elige Córdoba seguramente para rescatar a Rosa Aguilar cuya firmeza izquierdista habíase tambaleado después de los acalorados debates precongresuales y a la que ahora dora la píldora reconociéndola como un valor claro en la Organización, como una buena candidata para las elecciones municipales y bla, bla., y que tiene perfecto derecho a disentir, dentro de un orden.
Este nuevo dirigente nacional, un perfecto desconocido, calificado como de perfil bajo, puede hacer una nueva IU “plural, honesta, izquierdista y democrática, y lo hará si cuenta con la ayuda de todos (y todas), se considera un hombre “del campo”, lejano al corazón del aparato del PCE aunque fiel a sus propuestas.
Entre sus méritos está el haber sido el gran valedor de Manuel Fuentes, alcalde de Seseña, al que ha dado desde el primer momento todo su apoyo ante la ofensiva de “el Pocero”, que pretendía meter en prisión a los que desmotaron la corrupta trama del “Residencial Francisco Hernando”, las columnas de hormigón que se ven en el secarral paralelo a la A-4, según leo en el blog de III ª República.es.
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