
Una buena prueba del no aggiornamento de algunos sectores de la Iglesia Católica lo da con excesiva frecuencia el prelado de Granada Javier Martínez, autor de perlas del calibre de “si una mujer aborta da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar de su cuerpo” (¿?)
o, en referencia a la Ley del Aborto, “los crímenes nazis no eran tan
repugnantes” como los que permite cometer esta Ley, que está en vías de
una nueva reforma gallardoniana
En esta ocasión se ha remontado a unos 2000 años atrás, a tiempos de san Pablo, a la Epístola de Pablo a los Efesios ,
cuando recomendaba a las mujeres casadas: “esposas, estad sujetas a
vuestros maridos”, y al libro de Costanza Miriano ‘Cásate y sé sumisa’
que desarolla el casamiento “como una experiencia radical para mujeres
sin miedo” “¿Alguna
sabe que se puede ser feliz incluso con su marido? (no sabemos si en el
original aparece el “incluso” subrayado) “Ahora es el momento de
aprender la obediencia leal y generosa, la sumisión. Y, entre nosotras,
podemos decirlo: debajo siempre se coloca el que es más sólido y
resistente, porque quien está debajo sostiene el mundo”, ¿qué
viene después del beso final de los cuentos y películas? ¿Después del
“the end”? ¡Sería estupendo que los guionistas dijeran algo! ¿Son
felices? ¿Cuántos hijos tienen ¿Ahora es el momento de aprender la
obediencia leal y generosa, la sumisión. Y, entre nosotras, podemos
decirlo: debajo siempre se coloca el que es más sólido y resistente,
porque quien está debajo sostiene el mundo” “el hombre debe encarnar la
guía, la regla, la autoridad..."
continúa en...
Cásate y sométete