Francisco Camps, acusado por Anticorrupción, por el caso de los trajes, , que lo sentará en el banquillo y por el que le pide 41.000 euros por cohecho impropio (soborno) continuado, ha visto ratificada por el Comité Electoral Nacional del PP y por unanimidad su candidatura a las elecciones autonómicas valencianas. A este candidato, al que la confirmación lo ha cogidotrabajando, por Valencia y por España, como siempre, lo amenaza tambiénla presunta financiación ilegal del PP, capítulo aún inexplorado por el TSJCV pese a la abundancia y gravedad de los delitos que la investigación desarrollada en Madrid ha hecho aflorar.
El PP confiaba en que renunciase, al igual que otros imputados pero la lentitud de la justicia no le ha ayudado en esta ocasión y Rajoy ha cedido a las presiones del influyente PP valenciano.
Esta confirmación demuestra el estado de laxitud de la sociedad española, la valenciana en este caso, que permitirá después en las urnas premiarlo con mayoría absoluta, según dicen las encuestas.
He aquí algunas reacciones. En primer lugar Marco Schwartz en El imputado candidato:
“La designación de Francisco Camps como candidato del PP a las elecciones valencianas de mayo próximo sólo puede interpretarse como un desprecio olímpico del partido conservador por los principios elementales de la ética.
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