
Belén Esteban saltó a la fama por la relación quetuvo con el torero Jesulín de Ubrique y de la que nació una hija,Andreíta, a la que utilizaba diariamente en sus comparecenciastelevisivas para arremeter tanto contra el padre de la niña como contrasu esposa Mª José Campanario, que para su desgracia se ha vistoenvuelta en un lío de compra de pensiones por lo que está imputada y delo que se alegra la mencionada Belén: “No me importaría que laCampanario acabara en la cárcel”, como se ve una manifestación llena derencor y de buenos deseos para la madre de los hermanastros de su hijay para el padre de su hija.
Últimamente y a raíz de la intervención del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid,que amagó con intervenir de oficio por la utilización que estabahaciendo de su hija-¡¡¡yo por mi hija maato!!!- tiene más miramientos yAndreíta ha desaparecido de las largas tardes que tienen la vocación desalvar a la audiencia a título individual: ¡¡¡Sálvame!!!, programaconducido por el gurú de un nuevo género, Jorge Javier, flamanteOndas, que ha suscitado la envidia de más de uno, entre los que seencuentra Francino, el de la SER.
Nadie daba uno duro, pues, por Belén, incluido el que esto escribe-quesigue pensando que la caída será muy estrepitosa-, ni Carmen Rigalt,que la considera un “juguete roto” y al día de hoy ahí la tienenganando el doble o el triple que Zapatero con su caché que habráaumentado a raíz de la operación a que se ha sometido: arreglarse lanariz a base de unos cartílagos que le han quitado de una costilla, lospómulos, la “bolsas de sus ojos”, etc
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