
A pesar de que su peineta más propia de gente a la
que la educación le importa un pijo, ha sentado fatal a muchos de sus
admiradores, sobre todo al ala más rancia del PP que es la que más le
apoya, a pesar de que es un hombre con cierto prestigio en Estados
Unidos, que ha dado clases tanto en la Universidad de Harvard y otras
igualmente prestigiosas universidades, no está arrepentido de haber
mostrado su dedo corazón enhiesto a los estudiantes de Oviedo
que le increparon a su llegada a la universidad el mes pasado.
Y esta confidencia no la ha hecho, como debería ser, en la Fundación
FAES, faro y granero de las auténticas esencias
patrias, sino a un periódico extranjero, Il Giornale:
“No, para nada de arrepiento. Me río de ellos porque con las personas
descaradas la respuesta debe de ser descarada”
Y aprovechando que está fuera de España, donde suele hacer
declaraciones que a más de un empresario habrá echado para atrás si es
que pensaba invertir, ha dicho: Leer mas